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¿Cuándo es aconsejable una operación de cirugía de la obesidad?

La obesidad es una enfermedad y, como tal, debe ser tratada. Puede que muchas personas no den tanta importancia a la obesidad porque la consideren tan solo un problema de estética, pero con el sobrepeso excesivo se multiplican una serie de riesgos de gran impacto negativo para la salud. Hipertensión y anomalías cardiológicas se pueden derivar de ella, también el colesterol, la diabetes, o el dolor articular y óseo. Además, las personas con obesidad tienen menor agilidad corporal, y suelen padecer apnea del sueño. Convivir con exceso de peso suele derivar en una baja autoestima y estado de ánimo. Todo ello requiere plantearse una solución.

Para saber si la cirugía de reducción de estómago es lo que más conviene en cada caso, primero es necesario hacer un estudio completo para determinar qué causa la obesidad, y así poder determinar la solución más idónea. Un equipo de especialistas de endocrinología, nutrición, dietética, cirugía, psicología y psiquiatría, ayudará a solventar dudas en ese punto de partida, conocer la causa de la obesidad a la hora de plantearse una cirugía. Es importante conocer bien la respuesta concreta de nuestro metabolismo con la ingesta de alimentos, porque de ese modo los especialistas podrán determinar con mayor acierto si es la operación la única o mejor solución. También, en función de ello, los profesionales de la salud pueden informar mejor sobre cómo puede ir el postoperatorio.

La cirugía de la obesidad se recomienda a personas con un elevado índice de masa corporal (IMC). Este índice se calcula dividiendo el peso de la persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (Kg/m2). Si el resultado supera la cifra de 40, se considera obesidad mórbida. También lo es si alcanza el 35 en ese cálculo, pero además el paciente padece al mismo tiempo enfermedades asociadas, como la diabetes o la hipertensión.

Otro factor a tener en cuenta para que sea indicada correctamente la cirugía de la obesidad es que la persona, en el periodo de los 4 a 6 años anteriores, no haya logrado reducir su peso, aplicándose alguna dieta alimentaria y ejercicio físico, o con solo alguna de las dos.

Si se da el margen necesario de IMC para la intervención, y se confirma que no se ha podido hacer nada para perder kilos de otro modo, un equipo de especialistas procederá a valorar el caso y estudiará todos los riesgos y los beneficios de la intervención quirúrgica para rebajar la obesidad. Se tendrá en cuenta también la edad –se puede realizar en general entre los 15 y los 65 años aproximadamente-, y el aspecto psicológico de la persona ya que el carácter emocional de cada uno tiene una importancia primordial a la hora de afrontar una cirugía de la obesidad.

Aunque la cirugía bariátrica se realiza mediante laparoscopia, introduciendo por unos pequeños agujeros lo necesario para realizar las modificaciones en estómago e intestino, guiando al cirujano a través de las imágenes de una diminuta cámara que permite seguir todo el proceso en pantalla, hay que saber que, como toda operación, conlleva algunos riesgos que en el actualidad son mínimos. También hay que contar que el postoperatorio normalmente requiere de uno a cuatro días de hospitalización, y entre 2 y 4 semanas para volver a realizar la mayoría de tus actividades cotidianas.

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