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Tratamientos quirúrgicos para las varices

Indicadas en varices de mediano o gran tamaño.

Endoláser

El endoláser, dadas sus características, está especialmente pensado para personas que tengan varices y en los cuales exista una contraindicación para realizar cirugía en el territorio inguinal como varices recidivadas, pacientes con problemas de coagulación, personas de edad avanzada, pacientes con sobrepeso o pacientes con un historial médico específico que no les permita caminar trayectos más o menos largos.

La técnica consiste en eliminar las varices mayores de 2-3 mm mediante el calor trasmitido por una luz láser. Se realiza mediante una punción o mini-incisión a través de la cual se introduce un delgado catéter en el interior de la vena, por el que se introduce una fibra láser que se coloca en el extremo de la variz. Cuando se activa el láser, el calor que se genera en el extremo de la fibra causa una reacción en las paredes de la variz, alterando su estructura y provocando que se retraiga hasta acabar cerrándola.

La intervención, que se realiza de forma ambulatoria, dura una media de 30-45 minutos. Una vez terminada, se procede a colocar un vendaje compresivo o una media elástica para comprimir las zonas intervenidas. Generalmente se administra una inyección subcutánea de heparina.

Radiofrecuencia

El tratamiento por radiofrecuencia (VNUS Closure) es un procedimiento semejante al del endoláser, ya que también precisa de una pequeña punción y la recuperación posterior es muy similar. En este caso, sin embargo, lo que se introduce dentro de la vena es un catéter de radiofrecuencia. Cuando se activa este catéter, se produce una alteración en las proteínas de las paredes de la variz, provocando que ésta finalmente se ocluya de forma más eficaz. A diferencia del endoláser, no se produce tanto calor en la zona. De hecho, el catéter trabaja a una temperatura 10 veces inferior a la del endoláser, por lo que evita algunas de las complicaciones locales de éste.

Fleboextracción (stripping)

Se trata de una intervención generalmente utilizada para la extirpación o arrancamiento de la vena safena. Para ello, es necesario realizar unas pequeñas incisiones. Una de las incisiones se realiza en la ingle, a través de la cual se introduce una guía hasta el otro extremo de la vena, en su parte más distal. Estirando de esta guía se extraen tanto la vena safena como sus venas comunicantes (o perforantes).

La intervención precisa de anestesia general o al menos epidural y requiere de ingreso hospitalario de entre 1 y 3 días, además de reposo total durante 10 días.

Flebectomía

Se trata de una técnica utilizada también en el tratamiento de varices de tamaño medio-grande muy localizadas. Antes de iniciar este procedimiento, guiándose por eco doppler el cirujano vascular rotula todos los trayectos de las venas a extraer, estando el paciente de pie puesto que así están más llenas de sangre y por tanto más visibles. Posteriormente y ya en decúbito, se realizan bajo anestesia local pequeñas incisiones que no requieren puntos a través de las cuales se extraerán, por segmentos, las diferentes formaciones varicosas.

Se trata de un procedimiento ambulatorio que precisa de 2-3 días de recuperación antes de poder incorporarse a las actividades habituales de la vida diaria.

Cirugía de varices mediante técnica CHIVA (Técnica hemodinámica)

El método CHIVA (cirugía hemodinámica de la insuficiencia venosa ambulatoria) está indicado para todas las personas afectadas por el problema de las varices. A diferencia de las otras técnicas mantiene permeables las venas safenas. Por sus características, la técnica CHIVA está especialmente pensada para personas que tengan que incorporarse rápidamente a la vida laboral, enfermos de edad avanzada o con un historial médico específico que no les permita someterse a una operación con anestesia general y para todas aquellas personas a las que la cirugía convencional les esté contraindicada. Solamente no está indicada para las personas que no puedan andar o que padezcan una alteración importante del sistema venoso profundo.

Como en fase previa a la cirugía es necesario realizar el “marcaje” de las varices a intervenir, rotulando sobre la piel los puntos donde se van a realizar las incisiones detectados mediante un Eco-doppler.

La cirugía consiste en realizar pequeñas incisiones a través de las cuales se desconecta el origen de las varices y en ocasiones se extirpa parte de las mismas. La intervención se realiza con anestesia local, dura unos 30 a 45 minutos y el paciente sale por su propio pie del quirófano, realizando en el 80% de los casos vida normal desde el mismo día de la intervención. A diferencia de otros métodos quirúrgicos, cuanto más ande el paciente a partir de la cirugía mejor.

A las 48-72 horas se realiza una primera revisión y a los 7-10 días, se retiran todos los puntos de las pequeñas incisiones. Entre 1 y 3 meses después se realiza una revisión que se repite al año de la intervención.

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