Miedos comunes durante la menopausia: Cómo afrontarlos con apoyo médico y psicológico
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El daño cerebral adquirido hace referencia a una lesión cerebral en el niño, muchas veces de causa desconocida y que se produce durante el periodo perinatal, es decir, en los últimos meses de gestación o durante el parto, aunque también puede ser debido a otras causas y en otro momento de su desarrollo.
¿En qué edad hay más riesgo de complicación si se padece una ECV?
Las enfermedades cerebrales vasculares (ECV) se encuentran dentro de las diez primeras causas de muerte en niños, siendo más alta la probabilidad de morir para los menores de un año. Los neonatos, niños y adultos jóvenes menores de 45 años, comprenden menos del 5% de todos los casos de enfermedades cerebrales vasculares. La incidencia es más alta en los menores de dos años, y disminuye en la adolescencia.
Síntomas de las ECV
Entre todas las posibilidades del Daño Cerebral Adquirido queremos destacar la Hemiparesia Congénita (HC) por su prevalencia en nuestro entorno. La HC es un síntoma clínico que se caracteriza por la presencia de una dificultad movilidad de un hemicuerpo, el contralateral al hemisferio donde se localiza la lesión. La causa de la hemiparesia es un daño cerebral ya sea a nivel del córtex motor o sus fibras de proyección (haz córtico-espinal) que se encargan del control del movimiento de las extremidades, del tronco, la cara, entre otros. El momento en el que se produce este accidente cerebro vascular suele ser desconocido y se barajarán diferentes hipótesis como durante el embarazo, en el parto o en los primeros 28 días de vida para tratar de explicar el cuadro patológico hallado, siendo ésta la principal diferencia con otros diagnósticos como la hemiparesia adquirida, que sucede posteriormente a las etapas descritas.
Los escasos datos estadísticos específicos para la hemiparesia congénita indican que afecta a uno de cada 1.000 nacidos vivos, y que en el 80% de los casos se trata de una alteración congénita frente al 20% restante que se considera adquirida.
Diagnóstico de las ECV
Las causas de enfermedades cerebrales vasculares infantiles son mucho más numerosas que en los adultos y el diagnóstico resulta más dificultoso, dado que la evaluación clínica puede ser más solapada y los métodos diagnósticos entrañan dificultades adicionales en muchas ocasiones, como puede ser la sedación para la realización de una prueba diagnóstica. Dentro de las enfermedades cerebrales vasculares existe una amplia representación de comportamientos y evoluciones clínicas diferenciadas y que precisan un estudio y análisis independiente y especializado, objetivo principal de la Unidad de Daño Cerebral Adquirido del Departamento de Neurociencias de Clínica Corachan.
El diagnóstico precoz es muy importante para poder hacer una evaluación diagnóstica y en su caso establecer un tratamiento personalizado de estimulación precoz. Los pediatras, en sus revisiones, son los que alertarán de los primeros síntomas, ya que se requiere de una exploración neurológica del neonato para poder objetivar signos clínicos que en muchas ocasiones son muy débiles y de difícil observación, y que nos permitirá derivar a unidades especializadas.
El papel de los padres en la detección de los primeros síntomas
Aún con las revisiones del pediatra anteriormente citadas, la función de los padres es fundamental para poder realizar el diagnóstico precoz, ya que ellos son los primeros que podrán observar algunos síntomas como pueden ser que utilice menos una de las manos al intentar coger los objetos, que los movimientos de ambas piernas sean desiguales en intensidad y/o fuerza, asimetrías en la sonrisa, desviación de la mirada a un lado o presencia de crisis epilépticas, entre otros. Es muy importante que, ante cualquier duda, se acuda a un neuropediatra para una exploración exhaustiva.
Finalmente hay que señalar que, a pesar de la importancia de estos diagnósticos, las posibilidades de rehabilitación de estos niños son muy elevadas, siendo importante establecer un correcto proceso de valoración diagnóstico multidisciplinar que nos permita estructurar correctamente dicho proceso rehabilitador lo antes posible.
La Unidad de Daño Cerebral Adquirido de Clínica Corachan proporciona atención interdisciplinar integral para niños con daño neurológico como resultado de una lesión cerebral adquirida como parálisis cerebral o infartos perinatales.
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