Cuando el termómetro desciende, existe un mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas de origen respiratorio. Aun así, es posible tratar de evitarlas a través de medidas preventivas.
La bajada de temperaturas que tiene lugar cada año hacia finales de otoño, trae consigo un mayor riesgo de contraer enfermedades de las vías respiratorias, como por ejemplo la gripe o la bronquitis.
Por este motivo, es especialmente importante tomar precauciones en el caso de los grupos más vulnerables: niños, mayores de 65 años, embarazadas o personas con el sistema inmunológico debilitado.
A continuación encontraréis, 6 sencillos consejos de prevención:
1. Ventilar los espacios a diario
Durante los meses fríos, las personas tienen tendencia a encerrarse en lugares poco ventilados durante horas, algo que puede favorecer la proliferación de los virus. Abrir las ventanas y dejar circular durante unos minutos el aire cada día es imprescindible para oxigenar las habitaciones y evitar el acúmulo de microorganismos.
2. Lavarse las manos con frecuencia
Esta simple acción minimiza de forma considerable el riesgo de contraer resfriados o gripe. Es aconsejable hacerlo después de entrar en contacto con superficies potencialmente contaminadas (como, por ejemplo, la barra del autobús o la mesa de una cafetería) o tras el contacto con personas enfermas.
3. Vacunarse contra la gripe
Esta vacuna está especialmente indicada para las personas que conforman los principales grupos de riesgo: niños con patologías de base, adultos mayores de 65 años y personas que viven con enfermedades crónicas. Proporciona protección de 6 a 12 meses y es óptimo administrarla antes del inicio del invierno.
4. Evitar los cambios bruscos de temperatura
Pasar rápidamente de un ambiente frío a un entorno cálido o viceversa provoca que el sistema inmunitario reaccione de manera menos eficaz a las agresiones externas. Por este motivo, es aconsejable mantener la calefacción a una temperatura menor a los 23 grados centígrados y adaptar la ropa de abrigo a cada ambiente: quitarse capas en zonas cálidas y agregarlas en el exterior.
5. Taparse la boca al toser o estornudar
Los virus y bacterias viajan por el aire a través de las pequeñas gotas que se expulsan cuando se producen la tos y los estornudos. Si ya existe infección, la mejor opción para no contagiarla a otras personas es utilizar un pañuelo de un solo uso y evitar el contacto directo de las mucosas con las manos.
6. Hacer un uso responsable de los medicamentos
Tomar medicamentos de manera incorrecta, en especial los antibióticos, puede tener efectos nocivos sobre la salud pues no tienen ningún efecto sobre las infecciones víricas como la gripe y pueden generar resistencias y dejar de ser eficaces cuando se necesitan
Disfrutar los meses más fríos del año es posible si extremamos precauciones y aplicamos las medidas preventivas que hemos mencionado, sobre todo en los grupos de personas más vulnerables.