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28 de enero de 2022

¿Qué es el herpes zóster?

El herpes zóster, también llamado culebrilla, es una infección viral causada por el mismo virus que la varicela que provoca una erupción dolorosa que deriva en ampollas. Puede manifestarse en cualquier parte del cuerpo, pero en la mayoría de los casos aparece en la zona intercostal, en el lado izquierdo o derecho del torso.

Cualquier persona que haya tenido la varicela puede desarrollar el herpes zóster, ya que después de padecer la primera el virus permanece inactivo en el cuerpo y puede reactivarse con el tiempo, dando lugar al segundo. Se calcula que el 15% de la población lo experimentará alguna vez a lo largo de la vida. Sin embargo, normalmente afecta a personas de más de 60 años.

Las causas del herpes zóster no están claras, pero se apunta que las personas con sistemas inmunológicos deprimidos o también aquellas sometidas a un estrés muy fuerte son más proclives a padecerlo. 



¿Cuáles son los síntomas del herpes zóster?

Los síntomas más habituales del herpes zóster son:

    • Dolor, ardor, picazón y/o cosquilleo en la zona de la lesión antes de que esta aparezca
    • Un sarpullido, piel enrojecida y ampollas
    • Costras cuando la lesión se seca
    • Malestar de estómago
    • Fiebre
    • Sensibilidad a la luz
    • Dolor de cabeza
    • Dolores musculares
    • Fatiga

 

 

 

 

 

Complicaciones del herpes zóster

Aunque la mayoría de las veces el herpes zóster es un cuadro autolimitado que no pone en riesgo la vida del afectado y que desaparece en una o dos semanas, puede llegar a ser muy doloroso y, en algunos casos, complicarse.  

Las complicaciones más habituales del herpes zóster son:

  • Neuralgia posherpética: ocurre cuando el dolor continúa tiempo después de la desaparición de las ampollas.
  • Problemas neurológicos: el herpes zóster puede causar encefalitis, parálisis facial o problemas auditivos o del equilibrio.
  • Infecciones de la piel: ocurren cuando no se tratan bien las ampollas.
  • Pérdida de la visión: causado por el zóster oftálmico, que aparece en el ojo o a su alrededor.


Teniendo en cuenta las posibles complicaciones,  es indispensable saber identificar los primeros síntomas y acudir al especialista para iniciar el tratamiento lo antes posible.

En Clínica Corachan contamos con un Departamento de Dermatología formado por un equipo de profesionales cualificados que podrá resolver todas tus dudas y, en caso de que sea necesario, acompañarte en el proceso de diagnóstico y tratamiento de forma personalizada.

Autor: Servicio dermatología

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